Agradezco no tener tu número en mi celular.
Agradezco que mis únicos contactos masculinos sean amigos, familiares, o exs.
Si te tuviese, hoy te habría mandado un mensaje.
Te habría dicho que ayer soñé con vos. Que estábamos en tu casa y te tenía tan cerca como me gustaría tenerte, tanto que sentía latir tu corazón. Te hubiese dicho que mi inconsciente quiere estar mirando una película con vos, e interrumpirla sentándome sobre tus piernas, amagándote con la mirada y con los labios, jugando con tus manos bajo mi pollera.
Si te tuviese entre mis contactos, te hubiese dicho que te quiero tener abajo mio, y después arriba. Que sueño con deshacerte con mi boca y que me rompas con la tuya. Que muero por que me manipules como te plazca, que me tires sobre tu cama, que me presiones contra la pared, que te infiltres en mi mente bajo las sábanas.
Me encantaría decirte que te quiero tirar contra una puerta ni bien te vea. Que te quiero parado mientras estoy en mis rodillas, con tus manos entre mi pelo y tu corazón en la garganta, rogando un respiro. Que quiero sentirte estremecerte, con mis pies sobre tus rodillas y tus manos en mi cintura, controlando qué tan rápido me hacés tuya. Que quiero tu mano en mi cuello, tus labios en mi cuerpo, mis pulmones respirando el mismo aire que los tuyos respiran.
Te hubiese dicho que quiero sentir tu aliento en mi espalda, contorneando mis tatuajes, mientras yo sueño despierta con lo que soñé ayer sabiendo que no tengo que soñar más porque estoy despierta. Que quiero tus marcas en mi piel, susurrarte al oído, rogarte entre gemidos.
De nuevo, agradezco a la Vida no tenerte entre mis contactos.
Porque decirlo me hace querer hacerlo, y querer hacerlo me recuerda que vos estás allá, yo acá, son las cinco y media y yo no sólo no te tengo conmigo, sino que ni siquiera puedo decirte esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario