No sé dónde estoy, sólo sé que no es allá, donde están ustedes.
Me miro y siento que soy un accidente a punto de pasar por no mirar por dónde estoy a punto de caminar.
Es uno de esos días en los que la vida te puede sorprender, para bien o para mal.
Cierro los ojos y espero que sea para lo primero.
Por ahora, la balanza está en equilibrio.
Todo me da lo mismo. Es igual.
En fin.
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