Este va para vos,
mi constante sueño del cual no he despertado,
mi pesadilla despierta que aparentemente no he olvidado.
Este es para vos,
porque todo realmente lo es.
Te cuento en las arrugas de mi ceño fruncido,
te cuento en las lineas de mis manos.
Te cuento en las cuentas de las compras en el chino,
te cuento a la hora de la cena en un asiento vacío.
Y vos... vos te despertaste ya hace tiempo,
con algo más fuerte que un chasquido.
Vos me restaste de tu ecuación y me mandaste al olvido.
Pero está bien.
El tiempo se sufre y se ama como fluye,
y si hay algo que puedo decirte,
mi por siempre utopía abandonada,
es que mientras fuimos,
nosotros fluimos... hasta ese punto en que los dos huimos.
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