Hay Silencio y hay silencio.
Hay Silencio en un par de ojos que gritan cansancio pero se mantienen despiertos por las prioridades a corto-plazo. Sobre-escribe el significado de cualquier palabra dicha, y desnuda de valor a las excusas que ya son imposibles de predecir. Hay Silencio que marca el ritmo, inundando la ciudad y arrebatándola de su ruido blanco porque hoy es hoy y nos recuerda que, en orden:
es temprano, o tarde, depende de cómo lo mires.
hay gente pasando al rededor: que grita, que mira o que llanamente ignora.
hace frío. el viento sopla y vuela la tela, no por hacer un favor, sino por tentar a manos inexpertas.
ya no tengo quince años. estamos viejos para juegos. quiero jugar pero estoy harta del tablero. siempre lleva a la misma casilla final. la próxima quiero uno nuevo.
Y hay silencio: como el de los labios que ya no saben qué decir, abatidos por una realidad que no se anunció. Es más, la realidad que mintió y vendió la idea de que todo esto iba a ser diferente. Se exacerba en la música muy alta como para pensar, y en los lamentos disfrazados o imposibles de reconocer por el manto de alcohol que los cubre. Se escucha en las decisiones tomadas y se siente el eco y el temblor de la explosión (de esta nada te puede salvar; ni siquiera el gabinete mágico de McClane) que cega a la mañana cuando la resaca del calor y del olvido se va.
Y después, está esto.
El ruido constante que pregunta y demanda saber qué miérda pasó en el sonido del ventilador soplando aire sobre mi piel desnuda, marcando cada punto débil en que alguien más podría escribir mejores opciones en mí. Está esta voz que se asoma a primera hora de la "mañana", susurrando que es mejor volver a dormir, para así tal vez soñar con el ayer donde no había prioridades a largo plazo.
Y, finalmente, hay arrepentimiento. Arrepentimiento que podría llenarme de pies a cabeza con el Silencio escuchado y el silencio causado. Un arrepentimiento atroz que de dejar entrar, me dejaría en escombros y deshecha, pero que se mantiene del otro lado de la puerta porque no está dentro de las cosas que quiero escuchar.
Prefiero el Silencio, aunque implique el silencio.
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