A lo largo de este tiempo descubrí que hay ciertas comidas que me hacen querer fumar más que otras. Por eso, a medida que voy encontrando esos disparadores que por alguna razón yo tengo asociados con cigarrillos, los elimino de mi dieta. Hasta ahora, descubrí que si como carnes rojas, papas fritas o sandwiches, quiero fumar. El café también, más que todo lo demás combinado, pero no lo puedo dejar.
Lo bueno es que mato dos pájaros de un tiro: no fumo, y hago dieta. ¡Vamos los pibes!
[edit:] Tengo miedo de que el sexo eventualmente haga eso. No quiero tener que eliminar el sexo por tan largo tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario