En momentos así considero la opción del cutter. Ya no sé hasta qué punto esto es una mezcla de estrés y angustia o no, pero es lo que es y yo estoy en las últimas.
Hoy estaba absorta en mi propia mente y mis pensamientos y de repente un pensamiento para el que no estaba lista se me coló a la mente.
Hace poco hablaba con un amigo sobre el pensar que uno no tiene nada que ofrecer. Hoy, pensando, me di cuenta de que yo tengo una manera de pensar que me hace muchísimo peor que si pensara eso. ¿Qué pasa cuando sabés que tenés mucho que ofrecer, pero sabés que nadie lo quiere?
Desde que corté mi última relación es algo que vengo pensando mucho. Mi personalidad fatalista no me hace creer que soy puro defecto, pero me hace ver que esos defectos ganan. Y viendo esto, no puedo evitar pensar que esta soledad va a seguir porque ¿quién querría vivir a una persona con estas enfermedades? Y cuando te contestas esa misma pregunta con un "nadie", está complicado contestarse a cualquier otra cuestión "seguí adelante."
No hay comentarios:
Publicar un comentario